viernes, 18 de diciembre de 2009

Hate!


Tal vez esa palabra sea muy fuerte, tal vez, pero quizás sea la más adecuada para describir lo que siento hacia ti. Sí, porque haz vuelto a caer tanto o más bajo que aquella a vez, aquella vez en la que la "ambición" o "necesidad" fueron más fuertes que tus sentimientos hacia nosotros, que hacia mis hermanos, porque conmigo no había problema, bueno... para ti sí era un problema que para el estado la mayoría de edad, en las mujeres, se alcanzara a a los 12 años de vida. Y tú, sabiendo el esfuerzo que tu esposa, y madre de tus hijos, había juntado peso por peso ése dinero para nuestro futuro, para nuestras necesidades, nuestras no tuyas, lo sacas... así sin más, lo robas, nos lo robas... nuestro dinero, el de mis hermanos, y gracias a Dios que yo tenía más de 12 años... o sino, no habríamos podido evitar otra más de tus "gracias", como lo fue ésta que aún no termina. Yo no sé de dónde sacaste el valor para sacar ese dinero, no sé dónde quedó tu criterio como persona, no sé dónde está tu responsabilidad... no lo sé, ninguno de nosotros sabe, ninguno de tu ex familia, que en realidad nunca fue tu familia.
¿Sabes? Desde que tengo uso de razón que siento que haces, o hacías, bastante poco por nosotros. Tú vivías pidiéndonos dinero, a mi y a mis hermanos, pero yo... fui siempre la que caía en tus jueguitos, la que siempre te pasó plata para no ser "mala", cuando en realidad eras tú el indecente que le pedía dinero a sus propios hijos, y nosotros, como pendejos, te dábamos. Tú te echabas a ver televisión porque no tenías nada que hacer, cuando tenías muchísimas deudas que saldar, unos hijos por quienes trabajar... era mi madre la que siempre nos dio el sustento para el hogar, mi madre la que se preocupó por nosotros como se debía, no como tú... que hasta el día de hoy no puede apechugar solito con sus deudas y sus cosas. Tú no tienes responsabilidad, no tienes valor, no tienes principios... ¿qué tienes?
De verdad, dinos qué tienes. Todos aquí estamos hartos de tus peros, mi mamá sobre todo. No sabes como nos haz echo la vida más difícil, y mucho más hoy. Ni siquiera tuviste el valor para decirle a mi mamá, nada. Osea... ¿qué pasa por tu mente? Ibas a dejar a uno de tus hijos sin educación, ¿sabes lo que eso? ¡Que ejemplo de padre tenemos! No entiendo por qué no dijiste nada, esperaste el último momento para enviarle los papeles a mi mamá, y claro... obtuviste lo que querías, mi madre tuvo que saldar tu deuda de 154.700 pesos para poder matricular al Francisco. Y... ¿cómo lo hizo? Pues girando de mi cuenta el dinero que tenía, obviamente yo se lo permití, yo tuve que ir al banco a girarlos, y se lo hubiese permitido tantas veces como fuese necesario, con tal de que mi hermano estudiara en el mismo colegio que yo... y en cual pretende terminar su enseñanza media. Pero tú, que trabajas... y no haces nada con tu dinero porque, practicamente, te dan la comida en la boca donde vives, no cooperas en nada, cuando tu único deber y responsabilidad es trabajar y darnos 100.000 pesos todos los meses, pero ni eso eres capaz de hacer bien.
Y finalmente... ¿quién gana? Tú otra vez, igual obtuviste el dinero que no pudiste robar la vez pasada, de otra forma, pero igual lo obtuviste. Yo no sé dónde está tu integridad de persona adulta, responsable, realmente no lo sé. No fuiste capaz de dar la cara, ni siquiera por tu hijo... que tal vez se quedaba sin educación, que hombre... que ejemplo. Ya así querías salir conmigo.
Contigo... ¡NI A LA ESQUINA!

lunes, 2 de marzo de 2009


... Antes no decías las cosas, ahora las dices... ¡pero mal! ¿Quién te entiende, Dios mío, quién te entiende? Ni tú misma lo haces, qué vida... qué vida, ¿no? ¡Si! Es una vida maravillosa, pero llena, repleta de obstáculos, y pues hay que aprender a superarlos, ¿no...?
¡Hey! Esperen... si hay una persona que te entiende, si, existe una persona que logra comprenderte, que logra entender todo lo que tú dices y lo que no. Una persona, un hombre... ¿o un ángel? ¡Ah! ¿Con los ángeles se puede tener romance? (Confusión...)
Bueno, persona o ángel, éste ser logra comprenderte, y lo mejor de todo es que te ama así, tal cual eres, que afortunada eres niña, ¡alégrate!, no todos tienen lo que tú, un hombre (o ángel, ya no lo sé) con quién hablar, con quién compartir tu vida, un hombre que te cuida, que te protege, que te aisla de todo mal, un hombre... un hombre de verdad. No todos tienen esa suerte, ¡alégrate muchacha!, da gracias a Dios por tener a quién tienes a tu lado, por el hombre que ha estado contigo en los peores y mejores momentos de tu vida.

¿Y qué es eso de andarse molestando por tonteras? ay... no, tú y él no tienen remedio. Se aman tanto el uno al otro, que sufren tanto o menos de lo que se aman (imposible que sufran más, el amor de ustedes en incombatible, ¿lo sabías?). Es tanto el amor que se tienen el uno al otro, que los hace ser egoístas, si, porque él es tuyo y tú eres de él, y así va a ser hasta el fin de los tiempos... porque, por si no sabías, están destinados el uno al otro, jamás se separarán, al contrario... se irán uniendo cada vez más.

En fin... me encantaría poder seguir hablándote, pero como ves... yo no te lo puedo decir todo, además sé que a ti te molesta demasiado que te digan lo que tienes que hacer, así que lo dejaremos hasta aquí. Tú sabes lo que tienes que hacer, cómo quizás no, pero de los errores se aprende, eso bien lo sabes tú.
Sólo me queda decirte que no dejes que nada, ni nadie, te separe de él, no lo dejes ir, no puedes dejarlo ir, se como sea tienes que tenerlo ahí... a tu lado, porque el es único... es el único que te puede hacer feliz, y eso... tú bien lo sabes.

domingo, 1 de marzo de 2009

Retomando lápiz y papel.


...y de a poco le retomo el gusto, de a poco comienzo a sentir eso que me motivaba a escribir, quizás antes me veía en la necesidad de poder expresarme sin ningún tipo de juicio, tal vez ahora haya variado un poco... ¿un poco? No... no sólo un poco, bastante, se ha dado vuelta la cara de la moneda... o quizás esté rodando constantemente, no lo sé, sé que ahora predomina mi lado positivo, si... y por qué no decirlo, mi lado B, mi otro yo. La Susana más alegre, con ganas de aprender cosas nuevas, de hacer algo productivo, de aportar con mi existencia (aunque todavía no logro descubrir, por completo, a qué se debe mi existir) , en fin... una Susana capaz de controlarse y de ver el mundo diferente, más bello, más armónico, más... palpable, real.

Me pregunto que estará haciendo...
¿Dibujando?, ¿cantando tal vez? no lo creo... ya es bastante tarde, puede que esté pensando en mi (como yo en él) , si... creo que lo más probable es eso, porque difícil que esté durmiendo, aha...
¿Y qué pensará de mi?, ¿pensará lo mismo que yo de él?, pues que preguntas más ridículas, pero... apostaría mi vida (mentira) a que más de mil millones de personas se las han hecho, ¡claro! personas enamoradas y con verdaderos sentimientos, ¿verdaderos sentimientos?, ¿a caso hay sentimientos falsos...? ¡Ah!, bueno, lo que sea, no nos desviemos del tema. Así que está pensando en mi, bien... me parece estupendo que piense en mi cuando yo estoy pensando en él... En el magnífico día que pasamos juntos, en lo bello que es estar a su lado, en lo reconfortante que son sus abrazos, en lo necesario que es para mi, en lo hermoso que se ve el futuro junto a él... porque así se ve, hermoso.

Pienso en verlo, quiero estar con él... ¿Él querrá estar conmigo?, espero que si, no quiero ser hostigante (capaz que lo sea), en fin... Su aroma está en el aire, casi puedo divisar sus ojos... con esa mirada profunda, intimidante e inofensiva a la vez, seductora e inocente, fría pero cálida también, casi puedo acariciar sus mejillas... observar su rostro, casi toco sus labios, casi puedo besarlo...
Es el amor de mi vida, no cabe duda, al menos a mi no me cabe duda alguna. Todo lo que hay a mi alrededor me dice que eres tú... y sólo tú, que no existe nadie más que tú, y lo tengo más que claro, más que admitido...
Y al parecer, tú también.

¡Te amo!

Estas más adentro de mi que yo misma
o yo existo porque tú existes
o yo no sé quién soy desde que sé quién eres.

Es 01 de marzo... creo que he vuelto a escribir, creo que ha vuelto la motivación, eso es bueno... ¿no?

lunes, 2 de febrero de 2009

No es lo mismo estar solo que estar solo
en una habitación de la que acabas de salir
como el tiempo: pausada, fugaz, continuamente
en busca de mi ausencia, porque entonces
empiezo a comprender que soy un muerto
y es la palabra, espejo del silencio
y la noche, el fruto del día, su adorable secreto revelado por fin.

Tendría que empezar a ser de nuevo
para aceptar el mundo como si no fuese
solamente lo único que conservo de ti,
tendría que olvidarme
como se olvida lo más negro de un sueño,
soplar en mi conciencia hasta apagar mi imágen,
cerrar los ojos frente a los espejos,
deshacerme y hacerme, soñar siempre con otro,
morirme de mí mismo
para no recordarte a cada instante
como el ciego recuerda la luz y el condenado a muerte
la vida, toda ella, en un abrir y cerrar de ojos,
porque estás más adentro de mí que yo mismo
o existo porque existes
o yo no sé quién soy desde que sé quien eres.

No es lo mismo estar solo que estar sin ti, conmigo
con lo que permanece de mí si tú me dejas:
alguien, no, quizás algo: el aspecto de un hombre, su retrato
que el viento de otro mundo dispersa en el espacio
lleno de tu fantasma desgarrador y dulce.

Monstruo mío, amor mío,
dondequiera que estés, con quienquiera que yazgas
abre por un instante los ojos en mi nombre
e, iluminada por tu despertar,
dime, como si yo fuese la noche,
qué debo hacer para volver a odiarte,
para no amar el odio que te tengo.

Es inútil
buscar a tu enemigo en el infierno
suyo y de esta ciudad, allí donde la música agoniza
larga, ruidosamente en el silencio
y beber en su vaso para verte
con su mirada azul, roja de odio,
el vino que refleja su secreta agonía,
la que en su corazón en ruinas danza
a la luz de la luna tan desnuda como ella
con la misma afrentosa lascivia de la luna
que no se muestra al sol, pero acepta su fuego,
esa virgen tatuada
por los siete pecados capitales
no eres tú o eres otra;
alguien, quizá yo mismo, entonces toca
mi frente y me despierto como el fuego en la noche,
en toda mi pureza,
con tu nombre verídico en los labios.


Celeste hija de la tierra, Enrique Lihn.

viernes, 23 de enero de 2009

El sentido.
La danza me hace sentir viva, cualquier tipo de baile, todo lo que se relacione a eso. Me gusta bailar, y eso es en definitiva lo que hago. El amor, por eso vivo ahora... más que cualquier razón otra, vivo porque el amor le da sentido a mi vida, el hecho de tener una persona que te acompañe en todo y para todo, y que sabes que es por siempre, porque el amor es eterno... y es lo que le da sentido a mi existencia, el saber que hay alguien que me ama sobre todas las cosas, alguien en el cual puedo confiar, alguien como la persona que ahora me acompaña...

Aporte.
Pues, aporto de forma continua en los quehaceres de la casa, le hago la vida un poco más fácil a mi madre. Entrego alegría y amor a quien quiero, y por supuesto si yo quiero hacerlo.

Soy buena para...
Hacer cálculos, razonar, comprender, pensar, bailar, hacer cosas manuales, para reír, para amar, para luchar, soy buena compitiendo... me gusta hacerlo.

Soy.
Soy una persona mas bien tímida, vergonzosa... por el hecho de no creer en mi misma y en mis capacidades, y por enfocarme mucho en la imagen. Soy bastante risueña... me estoy riendo todo el tiempo, soy tierna, tengo la capacidad de empatizar con los demás, soy inteligente... no por nada saque buenas calificaciones en el peor momento de mi vida, soy competitiva, soy muy crítica, rencorosa, tal vez materialista y envidiosa, soy una joven que quiere convertirse en una profesional el día de mañana, soy paciente, pero muy irritada... soy enojona, me disgusto muy a menudo, soy una persona muy sensible, lo más mínimo que me pueda hacer daño me destruye. Soy fijona, soy detallista, soy callada en el tema de expresión... en el momento de expresar lo que me sucede, los sentimientos... y las cosas que me ocurren. Soy muy nerviosa y ansiosa, soy llorona, también soy amigable con la gente que me interesa serlo... porque hay personas que inevitablemente me desagradan, soy celosa... por ser insegura de mi misma. Soy de las personas que piensa que en la vida hay que probar de todo.

Fe.
Eso es, justamente, lo que quiero retomar, porque creo haberla perdido hace ya mucho... cuando creí que dios quería lo peor para mi y no hacía nada por cambiar la situación, porque estaba triste y no entendía porque si, supuestamente, hay un ser allá arriba que lo controla todo y que quiere que todos estemos bien... ¿Por qué yo estaba mal? ¿Por qué mis papás peliaban? ¿Por qué tenía una vida así? ¿Por qué yo...? Eso, eso pensaba. Hice la primera comunión sin mucha intención, no prestaba atención a las clases, no opinaba, y los pecados... para mi no existían. Al momento de confesarme no sabía que decir, porque en definitiva no sabía qué eran los pecados... y el por qué uno se debería sentir culpable de algo y luego arrepentido, así que para mi... no fue una experiencia muy agradable. Hubo un tiempo en el que decidí cantarle al señor, para ver si así conseguía algo, si así conseguía retomar la fe, pero al final... terminé más decepcionada, y más aún de mi... porque no fui capaz de seguir. Y hasta el año pasado seguía encontrando una estupidés todo lo que tenía que ver con la iglesia. No rezaba, no iba a misa, y si lo hacía era por obligación, sufrí mucho por dos perdidas familiares, y ni con eso recuperé la fe. Y ahora, después de todo lo que me ha pasado, ahora... vengo a pensar detenidamente, si realmente perdí mi fe, si la podré recuperar, el por qué la perdí y el por qué ahora quiero recuperarla, ahora vengo a reflexionar. Porque una vez más tú, mi ángel guardián, me ha abierto los ojos, me haz hablado de una forma extraordinaria, me haz hecho entender, y me haz confiado tus constantes rezos, tus constantes auxilios, y que sólo él... sólo él y el amor, han hecho que resistas, que te levantes de nuevo para que nunca pares, para no dejar que yo caiga, y especialmente él te ha dado la fuerza para poder continuar...
Y ahora quiero... quiero agradecerle, por todo lo que ha hecho, por su misericordia... a pesar de lo mucho que le fui indiferente, a pesar de haber perdido el rumbo... Te agradezco señor, porque pusiste en mi camino a alguien especial, al amor de mi vida, gracias por hacer las cosas como sólo tú las sabes hacer, gracias por haber traído paz a esta casa y a esta familia, que de a poco se fue deteriorando, pero yo sé... sé que con tu ayuda, que con la fe que ahora depositaré en ti, yo sé, que muy pronto volveremos a ser una familia unida otra vez, y espero hacerlo de la mejor manera posible. También quiero pedirte disculpas por todas esas veces que he pensado mal de alguien, que he sido rencorosa, que he hecho sentir mal a alguien, todas esas veces en que sentí que ojalá mi padre no hubiese existido, por esas veces en que creí odiar a la familia Sanhueza, esas veces en que creía que nadie me quería y pensaba que era una estorbo... Perdón. Sé que ahora no lo soy, y que nunca lo fui, sé que ahora trataré de hacerlo todo mejor, trataré de ayudarme más, de salir adelante con todos los que me rodean, con su apoyo, y el tuyo... porque ese es el que no me puede faltar, el tuyo. Sé que siempre lo he tenido... pero no lo había tomado, discúlpame, ahora lo haré... lo tomaré, quiero ser un vaso nuevo, quiero comenzar de nuevo el camino, quiero retomar el rumbo, quiero seguirte señor, sé que contigo podré encontrar la fuerza que necesito para seguir. Y te vuelvo a dar las gracias... por haberlo puesto en mi camino, fue lo mejor que pudiste haber hecho en mi vida.
Dios, tú que todo lo sabes, tú que todo lo puedes, tú que eres grande, ayúdame a creer nuevamente en ti, ayúdame a ser una buena creyente, siempre...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

A Carolina.


Estoy arrepentida. Hice daño, lo sé. A ti, a él... a mi. No pensé las cosas, me ganó el rencor, la ira, y quizás la envidia, yo... lo siento. Me avergüenzo de todo lo que he dicho, hecho y pensado... de verdad que lo hago. Y te pido disculpas, tú no me hiciste daño a mi, lo sé, pero es mi mente la que quiere creer y ver cosas que no existen, aún no puedo contra ésto.
Sé que tienes problemas, pues te digo que yo también los tengo, y quizás sean de menor o mayor magnitud, no lo sé, no te conozco bien (tampoco a mi), y sé que es difícil aceptar que los tienes... y necesitas ayuda. Y te admiro porque lo haz hecho, te admiro porque lograste dar el primer paso, que es el más importante.

Quiero que me perdones por ésas veces en que no te saludé, ésas veces en que hice malos comentarios sobre ti, ésas veces en que te deseé lo peor, ésas veces en que la envidia me carcomía por dentro, ésas veces... tantas veces, quiero que me perdones. Aunque sé que es difícil hacerlo, pero no te pido nada más, ahora... creeme que me siento culpable, con carga de conciencia. Si no quieres hacerlo, te prometo que lo entenderé... pues hasta yo pensaría en si perdonar o no.

Yo sé que quizás es muy tarde, sé que quizás te hice daño... a lo mejor más del que me puedo yo imaginar, pero sé, que más daño me causé yo... porque los malos sentimientos yo los sentí, yo los manipulé... y no los supe controlar, hasta ahora... que me vengo dando cuenta.

Y en fin, me gustaría decir tantas cosas, escribirte tantas cosas, pedirte perdón por tantas cosas más, pero sólo dejaré lo que en general... siento aquí y ahora.

Lo único que me queda por decir en éste escrito, es que, de verdad estoy arrepentida, y me gustaría empezar desde cero.