Día extraño...
Día en el cual pienso y siento todo como si fuera un sueño... ¡No! mentira, un sueño no, una pesadilla de la cual no puedo despertar, de la cual no puedo escapar, que me persigue en cada pensamiento, en cada idea, en cada remordimiento, en cada recuerdo, a cada momento.
Más que la vez anterior, quizás hasta más que muchas veces... ¿Y, qué importa? A mi no me importa, y a ustedes tampoco debería importarle. Simplemente no se preocupen más.
Siento ahora... que no he mejorado mucho, siento que deberían aumentarme la dosis, o tal vez cambiar de medicamento, pero no diré nada... No quiero que me la cambien, seguramente sería mucho más fuerte... y ahí si que no podría beber, ni siquiera dejando de tomarlas por dos días.
Llega a casa, viene a saludarme... mira mi muñequera, no sé si es su sentido de madre o no, o si me encontró extraña, no lo sé, pero como sea... da igual, porque de todas formas se enteró, no sé como lo hizo para darse cuenta, poco importa. Trata de sacarme palabras que nunca saldrán de mi boca, ella sabe que no podrá, lo sabe. Viste, no se puede conversar contigo.- dice mi madre. Lloro... lloro por dentro, sufro porque ella sufre por mi, y no sé... no puedo hablar, ¡no puedo!, ésto me supera... de verdad que lo hace. Quiero decirle que confío en ella, pero no quiero seguir haciéndole daño, por eso me lo hago a mi, no hablo porque no quiero seguir metiendo el dedo en la yaga, no quiero seguir dando preocupaciones, además no puedo hablar... nunca lo he hecho como debiera hacerlo, ni siquiera al psicólogo le digo todo lo que tuviera que decirle. Soy tan estúpida, tan idiota, ¡me odio!, no quiero seguir aquí... quiero desaparecer, lo quiero de verdad, eso es lo que quiero ahora. Quiero desaparecer de las vidas de todos, ya no importa lo que pase conmigo, por mi que me atropelle un camión, que me caiga de la escalera y me pegue en la cabeza, que entre sueños muera, me da igual. Sé que estarían mejor, se que se quitarían un carga de encima, porque eso es lo que soy, una maldita carga que deben llevar, soy un peso más, un peso del cual se pueden deshacer si es que quieren, no entiendo porque todavía no lo hacen, no sé que esperan para hacerlo...
Quiero... quiero llorar, pero no puedo... ¡No puedo! sólo me queda escribir, eso es todo lo que puedo hacer.
Estoy helada, aquí hace frío, hace mucho frío, desde hace tiempo que lo vengo sintiendo, desde hace tiempo me siento helada... desde hace tiempo que lo estoy, de a poco me he ido congelando... pero aún no estoy completamente congelada... tengo a alguien a mi lado, alguien testarudo, alguien que quiere ayudarme con éste hielo, quiere con su calor derretirlo, y cree poder hacerlo, y yo también creo en él.
Dí por qué aún no me haz dejado, dí el por qué de estar aquí, por qué no me dejas congelada y te vas, sería mucho más fácil para ti, podrías ser feliz... dudo que así lo seas conmigo, dudo que con tantas caídas puedas sostenerme en pie, o tal vez si puedas... de hecho puedes, pero... ¿Cuándo te aburrirás?, ¿alguna vez lo harás? Quiero confiar en que no lo harás, pero con tantos tormentos no se puede, vivo atormentada, vivo con estúpidos pensamientos que no me dejan ser, que no me dejan estar tranquila ningún momento, sólo al estar a tu lado, pero mientras no lo estoy... vuelven a mi.
Es un día extraño, lo es.
Día en el cual pienso y siento todo como si fuera un sueño... ¡No! mentira, un sueño no, una pesadilla de la cual no puedo despertar, de la cual no puedo escapar, que me persigue en cada pensamiento, en cada idea, en cada remordimiento, en cada recuerdo, a cada momento.
Más que la vez anterior, quizás hasta más que muchas veces... ¿Y, qué importa? A mi no me importa, y a ustedes tampoco debería importarle. Simplemente no se preocupen más.
Siento ahora... que no he mejorado mucho, siento que deberían aumentarme la dosis, o tal vez cambiar de medicamento, pero no diré nada... No quiero que me la cambien, seguramente sería mucho más fuerte... y ahí si que no podría beber, ni siquiera dejando de tomarlas por dos días.
Llega a casa, viene a saludarme... mira mi muñequera, no sé si es su sentido de madre o no, o si me encontró extraña, no lo sé, pero como sea... da igual, porque de todas formas se enteró, no sé como lo hizo para darse cuenta, poco importa. Trata de sacarme palabras que nunca saldrán de mi boca, ella sabe que no podrá, lo sabe. Viste, no se puede conversar contigo.- dice mi madre. Lloro... lloro por dentro, sufro porque ella sufre por mi, y no sé... no puedo hablar, ¡no puedo!, ésto me supera... de verdad que lo hace. Quiero decirle que confío en ella, pero no quiero seguir haciéndole daño, por eso me lo hago a mi, no hablo porque no quiero seguir metiendo el dedo en la yaga, no quiero seguir dando preocupaciones, además no puedo hablar... nunca lo he hecho como debiera hacerlo, ni siquiera al psicólogo le digo todo lo que tuviera que decirle. Soy tan estúpida, tan idiota, ¡me odio!, no quiero seguir aquí... quiero desaparecer, lo quiero de verdad, eso es lo que quiero ahora. Quiero desaparecer de las vidas de todos, ya no importa lo que pase conmigo, por mi que me atropelle un camión, que me caiga de la escalera y me pegue en la cabeza, que entre sueños muera, me da igual. Sé que estarían mejor, se que se quitarían un carga de encima, porque eso es lo que soy, una maldita carga que deben llevar, soy un peso más, un peso del cual se pueden deshacer si es que quieren, no entiendo porque todavía no lo hacen, no sé que esperan para hacerlo...
Quiero... quiero llorar, pero no puedo... ¡No puedo! sólo me queda escribir, eso es todo lo que puedo hacer.
Estoy helada, aquí hace frío, hace mucho frío, desde hace tiempo que lo vengo sintiendo, desde hace tiempo me siento helada... desde hace tiempo que lo estoy, de a poco me he ido congelando... pero aún no estoy completamente congelada... tengo a alguien a mi lado, alguien testarudo, alguien que quiere ayudarme con éste hielo, quiere con su calor derretirlo, y cree poder hacerlo, y yo también creo en él.
Dí por qué aún no me haz dejado, dí el por qué de estar aquí, por qué no me dejas congelada y te vas, sería mucho más fácil para ti, podrías ser feliz... dudo que así lo seas conmigo, dudo que con tantas caídas puedas sostenerme en pie, o tal vez si puedas... de hecho puedes, pero... ¿Cuándo te aburrirás?, ¿alguna vez lo harás? Quiero confiar en que no lo harás, pero con tantos tormentos no se puede, vivo atormentada, vivo con estúpidos pensamientos que no me dejan ser, que no me dejan estar tranquila ningún momento, sólo al estar a tu lado, pero mientras no lo estoy... vuelven a mi.
Es un día extraño, lo es.