sábado, 18 de octubre de 2008

Yesterday - The Beatles



Yesterday, all my troubles seemed so far away
Now it looks as though they're here to stay
Oh, I believe in yesterday

Suddenly, I'm not half the man I used to be
There's a shadow hanging over me.
Oh, I yesterday came suddenly

Why she had to go I don't know she wouldn't say
I said something wrong, now I long for yesterday

Yesterday, love was such an easy game to play
Now I need a place to hide away
Oh, I believe in yesterday

Why she had to go I don't know she wouldn't say
I said something wrong, now I long for yesterday

Yesterday, love was such an easy game to play
Now I need a place to hide away
Oh, I believe in yesterday

martes, 14 de octubre de 2008


En sus ojos

En sus ojos yo me he perdido,
en ellos yo he encontrado
una ilusión, una razón...
para creer, para vivir, para soñar.

Cada vez que postro mi mirada en ellos,
cada vez, cada vez...
algo me atraviesa, algo a mi ser traspasa
como un rayo de luz iluminando en mi ventana,
es algo tan profundo, tan único,
tan cálido... que me hace sentir especial,
me tranquiliza, me da vida.

Veo en ellos un nuevo amanecer,
un nuevo atardecer,
un nuevo anochecer...
que tal vez muy pronto llegarán, no lo sé.
Veo la verdad,
veo su vida junto a la mía,
veo sus manos acariciando las mías,
veo sus labios reposando en lo míos,
veo, veo sus ojos diciéndome Te amo...
transmitiéndome una sensación única,
una sensación tal, que siempre quisiera tenerla,
siempre, siempre al mirar sus ojos,
sus ojos pequeños, oscuros y misteriosos,
sus ojos...
en sus ojos, sólo en ellos.

domingo, 5 de octubre de 2008

Justo como un rayo de
sol no puede separarse
del sol, y una ola no
puede separarse del
océano, nosotros no
podemos separarnos
el uno del otro. Somos
todos parte de un inmenso
mar de amor, una mente
divina e indivisible.

Marianne Williamson
Siempre que aparece ella, siempre, lo hecha a perder, hace que mi mundo se desmorone. No la aguanto… simplemente no la aguanto. Quisiera que se fuera, que se esfumara de aquí, que hiciera lo que tanto ha dicho que haría… Que se fuera a otra ciudad, que tomara pastillas… ¡No sé! Pero que se vaya.

¡Ah! Claro… se me olvidaba, como ella tiene tanta gente que la adora, que la quiere y aguanta todas sus putas porquerías, ésa gente no la dejará, jamás…

Y ¡ah! La detesto, la detesto. Detesto que teniendo a su pololo al lado… “Necesite un abrazo del mío”. La detesto, detesto que aún siga haciendo lo que se le plazca, no la soporto… ¡No!

Y se supone, se supone que tenía que pensar, pensar, pero no lo he hecho. Tengo que pensar en que si es una realidad o una maldita fantasía… mis ganas de cambiar y ser otra persona, ser como ella, tener lo que ella tiene… y yo no. ¡Envidiosa! Eres una maldita envidiosa, a ti también te detesto… Tú, que dejas de lado al amor de tu vida por estupideces como las de aquella niña consentida. Tú, que eres… que haces todo mal, que todo lo arruinas. ¡Te detesto! Tú, que no eres capaz de hablar… Tú, que no intentas mejorar.

¡Ah!

Por la cresta, quiero pegarle a alguien, quiero sentir verdadero dolor… dolor verdadero, físico, un dolor que quede siempre grabado ahí… en la piel, para que me acuerde de mis errores, de mis malos sentir, de lo estúpida que fui, de lo tonta e incapaz que he sido. Y no sé, no sé. Mi madre, oh mi madre… ay de ella, ay de ella. Me da rabia, me da pena, me dan ganas de salir de esta puta situación…que me ha tenido encerrada meses y meses. Quisiera salir para quitarle un peso de encima, para quitarle una preocupación.

Lo siento, siento tanto estar aquí, así, de esta forma… Lo siento, yo… ah… yo lo hago todo mal, todo mal.

Ahora mis calificaciones bajaron, mis pastillas aumentaron a razón de la depresión y ansiedad que magistralmente me encadenan.

No quiero hacer nada, no quiero calcular, no quiero razonar, ni pensar, ni ver, ni leer, ni sostener este puto lápiz color azul… ¡No quiero! No quiero nada, nada…

¿Lo dejé de lado? ¿Realmente lo hice? No lo sé, no lo sé, no sabría responder… pero sé que nuevamente di vueltas en mi cabeza, como suelo hacerlo… me encerré en mis pensamientos, y quedé vagabundeando ahí, en mi atormentada mente de niña depresiva. Y detesto, detesto reconocerlo… Pero ¿de qué me sirve? Si no comunico, no sirve ¡No! Entonces… ¿Por qué lo hago? ¿Por qué? ¡Ah! Detesto ser así, y no saber por qué cresta soy como soy. ¿Por qué me encierro? ¿Por qué no puedo, simplemente, hacerme valer? ¿Eh? Ah… Soy tan estúpida, tan tarada, tan imbésil, tan fea, tan gorda, tan putrefacta… soy tan… tan yo.

Pero yo… yo no quiero ser, no quiero ser así, no quiero. ¡Ah! Maldición, maldición… Quiero salir de aquí, quiero estar en otro lugar, quiero extirpar los malos sentimientos que en mi afloran, quiero ser… ser como no soy, quiero… quiero estar con él, decirle que lo amo, que me perdone por ser así, por ser tan idiota, tan envidiosa, tan celosa de ella. Que me perdone… me perdone por dejarlo de lado, por no haberme dado cuenta.


Clases de matemáticas, 03 de octubre.